Lo más curioso de esta entrada, es que no se lo que pone.
No conozco las palabras que irán sobre estas líneas.
Y no lo sé por un motivo muy simple: aún no las he escrito.
Ni siquiera las habré escrito cuando le de al botón de publicar.
Las escribiré mañana.
Entendiéndose mañana como el futuro, no como el día 28 de marzo de 2012.
Puedes no creerme, me da igual.
Ya estoy acostumbrado.
Sin embardo, a pesar de no saber lo que pone, podría afirmar con total seguridad (ya que seré yo quien las escriba) que, por muchas palabras que sean, no dirán nada.
Las palabras, esas grandes mentirosas,
que nunca dicen lo que piensan.